Hola compañeros, como lo dije en la presentación inicial, dentro de mi perfil, inicialmente estudié la Licenciatura en Sistemas de Computación Administrativa, después estudié una segunda carrera: Contador Público, la necesidad de crecer como persona y profesionista me llevó a estudiar la Maestría en Informática Administrativa y una segunda como Experto Universitario en Administración de la Educación.
Mi ingreso a la docencia fue gracias a uno de los maestros que tuve en la primera carrera que estudié y cuando cursaba apenas el cuarto semestre, el me invitó a dar clases a una de las escuelas mas reconocidas aquí en Mazatlán, lleva el nombre de Instituto Cultural de Occidente, yo lo acepté porque durante mi trayecto por la preparatoria, yo había sido monitor de algunos de mis compañeros, entre mis funciones estaban el dar clases a los alumnos que lo requerían en algunas materias y esto me había gustado, de lleno entré a darle clases a alumnos de segundo y tercer año de preparatoria, era algo inusual ver a un maestro que apenas le llevaba a los alumnos tres años a lo sumo, pero fue ahí donde encontré mi verdadera vocación, hasta la fecha agradezco a mi maestro la oportunidad porque me sigo dedicando a la docencia, ahora si porque es la actividad que mas me llena como persona y como profesionista, dentro del instituto fui creciendo como docente y aparte de dar clases hacia los sistemas informáticos que se iban ocupando, por lo que complemente mi crecimiento docente con el de mi profesión.
Al paso del tiempo y por convicción propia revalidé las materias que se me permitieron e ingrese a estudiar mi segunda carrera, convencido de que complementaba en mucho a la primera, pero siempre dedicado a la docencia como actividad preponderante, inclusive la necesidad por estudiar una maestría fue debido a que sentí que debía de darle a mis alumnos algo mas que los ayudara a crecer y a que salieran mejor preparados y de paso me permitía a mi seguir creciendo en el ámbito profesional, hace dos años tuve la oportunidad de estudiar la segunda maestría que empezó como diplomado pero que la SEP decidió por el número de créditos y su contenido subirla a maestría, siempre y cuando la terminaras en tiempo y con buenas notas.
El ser docente para mi es una actividad que me complementa como persona, si bien tengo otras actividades y responsabilidades, la docencia siempre ha sido mi motor y motivación profesional, realmente lo disfruto y me enorgullece ver como mis alumnos siguen creciendo y al paso de los años me los encuentro y en la mayoría de las veces me dan las gracias y felicitan por mi labor con ellos, esta es una de las mayores satisfacciones que he tenido a lo largo de mis 22 años de docente.
Sin embargo algo que siempre me ha preocupado y que me desalienta, es el encontrarme compañeros docentes que frustrados dan clases porque no pueden hacer otra cosa distinta, esto lo transmiten y tanto ha llegado a ser que en algunos casos denigran esta profesión y la convierten en algo que nos afecta a los demás, mas aun, el hecho de que afecten a los alumnos que son los que menos deben de pagar por cosas como estas, han hecho que inclusive en algunos casos el respeto hacia el docente se halla perdido.
Pudiera escribir todo el día sobre mi labor docente, pero debo restringirme, sin embargo en mi caso particular siempre he podido combinar actividades propias de mis estudios con la que concibo como la principal (y no por ingresos) la docencia y esto me ha permitido transmitir mi experiencia profesional a los alumnos que tienen alguna inclinación o gusto por la información que manejo de manera profesionalmente.
Mi ingreso a la docencia fue gracias a uno de los maestros que tuve en la primera carrera que estudié y cuando cursaba apenas el cuarto semestre, el me invitó a dar clases a una de las escuelas mas reconocidas aquí en Mazatlán, lleva el nombre de Instituto Cultural de Occidente, yo lo acepté porque durante mi trayecto por la preparatoria, yo había sido monitor de algunos de mis compañeros, entre mis funciones estaban el dar clases a los alumnos que lo requerían en algunas materias y esto me había gustado, de lleno entré a darle clases a alumnos de segundo y tercer año de preparatoria, era algo inusual ver a un maestro que apenas le llevaba a los alumnos tres años a lo sumo, pero fue ahí donde encontré mi verdadera vocación, hasta la fecha agradezco a mi maestro la oportunidad porque me sigo dedicando a la docencia, ahora si porque es la actividad que mas me llena como persona y como profesionista, dentro del instituto fui creciendo como docente y aparte de dar clases hacia los sistemas informáticos que se iban ocupando, por lo que complemente mi crecimiento docente con el de mi profesión.
Al paso del tiempo y por convicción propia revalidé las materias que se me permitieron e ingrese a estudiar mi segunda carrera, convencido de que complementaba en mucho a la primera, pero siempre dedicado a la docencia como actividad preponderante, inclusive la necesidad por estudiar una maestría fue debido a que sentí que debía de darle a mis alumnos algo mas que los ayudara a crecer y a que salieran mejor preparados y de paso me permitía a mi seguir creciendo en el ámbito profesional, hace dos años tuve la oportunidad de estudiar la segunda maestría que empezó como diplomado pero que la SEP decidió por el número de créditos y su contenido subirla a maestría, siempre y cuando la terminaras en tiempo y con buenas notas.
El ser docente para mi es una actividad que me complementa como persona, si bien tengo otras actividades y responsabilidades, la docencia siempre ha sido mi motor y motivación profesional, realmente lo disfruto y me enorgullece ver como mis alumnos siguen creciendo y al paso de los años me los encuentro y en la mayoría de las veces me dan las gracias y felicitan por mi labor con ellos, esta es una de las mayores satisfacciones que he tenido a lo largo de mis 22 años de docente.
Sin embargo algo que siempre me ha preocupado y que me desalienta, es el encontrarme compañeros docentes que frustrados dan clases porque no pueden hacer otra cosa distinta, esto lo transmiten y tanto ha llegado a ser que en algunos casos denigran esta profesión y la convierten en algo que nos afecta a los demás, mas aun, el hecho de que afecten a los alumnos que son los que menos deben de pagar por cosas como estas, han hecho que inclusive en algunos casos el respeto hacia el docente se halla perdido.
Pudiera escribir todo el día sobre mi labor docente, pero debo restringirme, sin embargo en mi caso particular siempre he podido combinar actividades propias de mis estudios con la que concibo como la principal (y no por ingresos) la docencia y esto me ha permitido transmitir mi experiencia profesional a los alumnos que tienen alguna inclinación o gusto por la información que manejo de manera profesionalmente.